El esclavo cree que la felicidad
está en cumplir con sus obligaciones
y opaca el sendero de oportunidades
que a sus ojos se presentan, quien sentado,
ve pasar el desfile de los grandes triunfadores
de la vida, quienes aprovechan frases tan insípidas
como estas para así ser el propio dueño de su libertad,
liquidando la deuda con sabiduría y conocimiento.